viernes, 12 de noviembre de 2010

El dilema de las dimensiones; Todo es mas chico y mas grande que otra cosa.


Cuando por obligación, y plan de estudios, tube que estudiar física cuántica, y entender todo eso de las partículas sub-atómicas, que es lo más pequeño que el ser humano, mediante la ciencia, ha podido detectar, me interesó de sobremanera, más que el tema en sí, el cuanto tiempo tuvo que pasar para que se volviera a tomar en serio la palabra “átomo”. Muchos miles de años antes que existiera el primer microscopio óptico, ya se intuía que toda la materia existente tenía un constituyente de carácter universal, que era infinítamente pequeño e indivisible. Y hasta ahí se sabía que eso era muy, pero muy pequeño. Actualmente, en los cálculos de energía y materia, a veces nisiquiera se consideran las masas de los electrones. Y aún se discute que tan ínfima puede llegar a ser la cantidad de materia que tienen estos últimos, que no hacen otra cosa que girar y girar por los distintos niveles de energía, alrededor de esas enormes masas nucleares, que para nuestra dimensión son tan insignificantes. Eso es en el mundo nano-microscópico.


Pero nosotros estamos en otra dimensión, y en comparación a un átomo, somos majestuosas obras vivientes, gigantezcas que están conformadas por miles de millones de millones de esos átomos.

Es que todo es relativo y comparativo. Todo depende del punto de vista, y de qué, y con qué se esté comparando. Es inevitable darse cuenta que exáctamente la misma clase de energía que hace que un gigantezco planeta gire en torno a una aún mas extraordinariamente gigante estrella, es la clase de energía que hace que un electrón gire en torno a su nucelo atómico. Entonces, no es una locura comparar la estructura de un átomo con la de un sistema de estrellas, o un sistema solar. Puede que se esté hablando de exáctamente lo mismo, pero en distintas dimensiones.

Me gusta imaginar que en cada partícula en suspención que hay en el aire, de esas que se ven como un puntito de polvo que flota en cualquier parte, hay una infinidad de átomos agrupados muy cerca y otros muy lejos, formando constelaciones y galaxias de átomos y de cosas infinítamente más pequeñas, que forman mini-galaxias en espacios gigantezcos de un universo, que para nosotros no es más que la mitad de un nanómetro cuadrado. Pero que para esos “extraordinarios seres pensantes” que viven en esos tan diminutos planetas que giran en torno a esos locos electrones, que aún siguen girando formando esos nano-pequeñísimos átomos, están ahí viviendo toda una era de historia y evolución, en su eternidad e ilimitado espacio, que para nosotros no es más que un puntito flotante que desaparece, y que en un solo segundo podemos percibir.

Uff! Todo parece una locura. Quizás todo es así, y la misma vida, y existencia de todo, es una efímera locura de un enfermo creador. Así es el dilema de las dimensiones. Todo es mas chico y mas grande que otra cosa. Y la existencia dimensional, depende quizás de dos gigantes espejos que están frente a frente, repitiendo una eternidad de reflejos, frente a su infinita repetición que se inclina en una curva de espiral, uno mas pequeño que el otro, copiándose desde el mas grande al mas chico.

¿Estamos en la superficie de un espejo, o en la copia de una imagen del reflejo de otra?
¿Se entiende? Ja, ja, ja.
Bleo-.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cotidaneidad matando la impresión.

Es triste darse cuenta de que la maldad si existe. Sobre todo si uno la ve opacando el brillo en los ojos de unos niños. Me imagino que crecer en un medio hostil te va moldeando a medida que creces, y vas viendo que en tu medio, los ejemplos del más fuerte son los modelos a seguir por todos. No es normal caminar tranquilo y encontrarse con un grupo de 5 niños que avanzan en pose flaite y actitud intimidatoria, golpeando a patadas las micros y lanzando piedras. Lejos de ser una panorámica obnubilante en su momento, sobre todo por la edad de los “mini-flaites” (que no sobrepasaban los 12 años promedio), lo que me impresionó de sobremanera un rato después, fue que no me impactó tanto como a mi polola, que iba caminando conmigo. Y eso no dejó de demostrarme que a la larga uno termina mimetizándose con el medio. No transformándose en un agente nocivo, si no que en un espectador poco impresionable y aburrido de lo mismo, como la mayoría de la gente que camina por Santiasco.


Hace unos años atrás, esas cosas a mi me afectaban de la misma manera que le afectan ahora a ella. Lo que pasa, es que mientras yo llevo 4 años en Santiasco, ella lleva menos de 2. De todas formas, me da pena pensar que me he vuelto un insensible, o que lo estoy haciendo paulatinamente. Siempre me he sentido orgulloso de mi capacidad empática con respecto al chileno promedio. Me atemoriza la idea de volverme un hombre gris, y al parecer es verdad eso que dicen de que la cotidaneidad de los hechos negativos de la gran ciudad, hace que pierdas tu capacidad de impresión. No se si es mejor hacer algo para cambiar las cosas, o escapar hasta encontrar un mejor lugar donde vivir. De algo estoy seguro, mis hijos crecerán fuera de Santiago en un lugar donde la naturaleza esté a la vuelta de la esquina.

Bleo-.

martes, 2 de noviembre de 2010

Una manzana tirada, y la célebre frase “Pienso y luego existo”.

El otro día, sentado escribiendo mi última canción, con mi guitarra a cuestas, vi una manzana podrida tirada en el pasto y me hizo pensar mucho. Una cosa tras otra me hizo romperme la cabeza craneando. Y llegué a la conclusión de que no estoy deacuerdo con la frase; “Pienso, luego existo”. todos pensamos, incluso perros y gatos, aunque sea en otro nivel, y sin tener lenguaje. Y efectivamente queridos lectores, al igual que nosotros, y todos los seres vivientes, les informo que los perros y los gatos existen. Pero una manzana podrida en el suelo también existe, y no piensa. Y el arbol del cual cayó la manzana también existe, y no piensa. Y la madera del arbol, que ya está muerto, también existe y no piensa. Y la guitarra hecha con la madera de aquel arbol, que podría ser la mismísima guitarra que tengo en mis manos sigue sin pensar, ni estar vivo, y aún existe. Pero de otra forma. Y en definitiva, cualquier cosa que esté en algún espacio, al ser transformada en un “concepto-idea” en nuestro cerebro, aunque físicamente ya no esté, pasa a existir, pero en nuestra mente.Porlotanto, yo creo que lo profundo en aquella frase (“pienso, luego existo”) está mal explicado. No tiene ningún proposito existir sin nada más, y el hecho de existir no sirve si alguien más que tú no sabe de tu propia existencia. Tampoco el hecho de estar (ojo, usé la palabra “estar” antes que existir), y pensar a solas en tu cama, y morir luego de años pensando tirado de espaldas, hace que existas. Así que no se existe por el solo hecho de pensar y estar conciente de aquello. Porque uno muere y deja de estar. Por lo tanto ya no piensas, así que según aquello tampoco existirías.

Pero si dejas algo tuyo, que sea un eterno presente en legado, pasas de estar a existir, no importando el tiempo, ni tu presencia, y ni siquiera si estés vivo. Y de la misma manera en que una guitarra existe como consecuencia de la muerte de aquel árbol, uno realmente existe cuando deja al mundo y los demás, una consecuencia de uno mismo, un legado. Por eso me gusta la música y el arte. Y por eso estoy escribiendo esto en este lugar. Porque quiero existir (aunque este lugar como lugar físico en sí, no existe, pero si como la idea de un lugar, así que sí existe, pero como concepto, al igual que yo ahora en sus mentes). Por lo tanto, sentencio la corrección a la célebre frase, en este texto explicativo del porqué de este mini-dilema con: “Pienso, lo escribo, ustedes me leen, y luego existo“-.

Pd: Antes simplemente me gustaba la idea de lo simple. Ahora me gusta la idea de simplificar lo complicado y complicar lo simple.

Por eso les cuento que mi última canción existe desde que mi último pensamiento se hizo música, el mismo día en que me puse a pensar mirando la manzana y con la ayuda de la guitarra hecha de la antigua existencia del arbol que les conté. Canción que no han escuchado, y que no pueden decir si es buena o mala, pero que saben que podría existir en sus mentes porque lo leyeron desde mi texto, pero que en realidad dicha canción no existe porque aunque exista este texto, y exista la guitarra, nunca hubo nisiquiera una podrida manzana tirada.

Sordf-. xP

Bleo-.